Para su padre, Ryan siempre ha sido el hijo perfecto a diferencia de Theo, la oveja negra de la familia. Ryan es gran abogado, de apariencia impecable y que mantiene estupendas relaciones con sus progenitores. Sin embargo, Theo, un mediocre escritor, tiene problemas con las drogas y ha estado varias veces en rehabilitación. El funeral del padre volverá a unir a ambos hermanos. Cuando Theo va a casa de Ryan por un tema de la herencia, descubre a su hermano mayor haciendo el amor con otro hombre.