Después de que su avión sea abatido durante la Batalla de Inglaterra, el piloto alemán Franz Von Werra es enviado a un campo de prisioneros. Desde el primer momento su único objetivo será la fuga. Después de diversos intentos fallidos, es enviado a un nuevo campo de concentración en Canadá. En esta ocasión, consigue huir y, después de atravesar la frontera, llega a Estados Unidos, donde pide asilo político, ya que todavía es un país neutral.